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El monocultivo citrícola caracterizó la vida de la comarca durante la contienda civil. La revolución obrera adquirió una gran amplitud en torno al Consejo Levantino Unificado de la Exportación Agrícola, en el seno del cual la UGT y la CNT controlaban la totalidad del comercio citrícola. Sin embargo, los problemas comerciales internacionales y la centralización gubernativa que necesitaba gestionar una de las principales fuentes de divisas, terminó con el experimento en 1937. Se formaron colectividades, al menos, en catorce municipios. La profundidad revolucionaria destacó en Algemesí con un 28,8% de la tierra confiscada o en Alcira, con un 27,4%. También en estos meses se produjeron el mayor número de asesinatos, que alcanzaron más de 500, con una elevada incidencia respecto al País Valenciano, del 4,26 por mil y unos porcentajes femeninos muy destacados. Sobresalen las víctimas mortales en Alberic, Algemesí, Alzira, Carcaixent o Guadassuar. El anticlericalismo violento hizo su aparición. En Carlet se escondería el Santo Cáliz.
Como comarca de retaguardia, sus pueblos alojaron a un gran número de refugiados y evacuados. Solamente Algemesí había acogido a más de 4.300 en enero de 1939. En Alberic y Antella se abrieron colonias infantiles. La guerra, además de los llamamientos a filas de los jóvenes, también llegó a través de la presencia de destacamentos militares y centros sanitarios como el Hospital de Carabineros en Castelló. O de las Brigadas Internacionales en Castelló y en el Marquesat de Llombai, con la leyenda de la presencia del mariscal Tito, dictador de Yugoeslavia.
Además, la comarca también se convirtió en un centro industrial con la apertura de varias fábricas de armamento desde Eibar. En Alberic unos 2.000 trabajadores (entre ellos, muchas mujeres) fabricaron el subfusil “Naranjero”; en Alginet, la pistola Astra 1921, o en l’Alcúdia.
Las vías férreas y la extensión de industrias de armamento condicionaron que la guerra moderna también llegase a una comarca tan alejada de los frentes de combate. En 1938, fueron bombardeas en varios momentos Carcaixent, Algemesí, Alzira, Carlet o Benifaió. En Algemesí murieron 27 personas y en Carcaixent 12 más. En el entorno del bombardeo de Xàtiva, en febrero de 1939, en Manuel murieron 9 personas. Los bombardeos dieron lugar a la construcción de refugios.