La fragmentación de poderes en la zona leal a la República ocasionada el 18 de julio de 1936 tuvo su reflejo en Montserrat, si bien la documentación es muy escasa. El poder local estuvo en manos del Comité Ejecutivo Antifascista del Frente Popular (CEAFP) con representación mayoritaria de la CNT, FAI y la UGT, más Izquierda Republicana y el PCE. Se levantaron barricadas en la entrada de la carretera de Valencia, vigiladas por milicianos armados y, con la llegada de Severino Campos, se registraron las casas de los principales derechistas buscando armas. Hasta agosto no se reunió la Comisión Gestora municipal (el mismo ayuntamiento de abril de 1931) que apenas desempeñó tareas administrativas hasta febrero de 1937, aunque algunos concejales no asistían con regularidad. Algunas fincas urbanas fueron incautadas y el simbolismo de sustitución de poder es muy claro: el Comité se instaló en el Mas de San José; la CNT en el Casino del Mig, el PCE en el local de la Unión Musical después que sorprendieran a vecinos escuchando emisoras de la otra zona; la colectividad cenetista en la casa de los Busutil… El Comité, al parecer, obligó a entregar cantidades en metálico para sufragar las milicias del frente y a la nueva administración y procedió a requisas de cosechas. Otros cambios simbólicos fueron las fórmulas de trato de camarada o ciudadano.

De manera autónoma, el anarquismo dirigió una revolución social igualitarista sobre el campo, procedimiento que indica el escaso dominio que el Comité tenía sobre el pueblo. Entre agosto y octubre de 1936 levantó unas 275 actas de incautación de tierras y sus masías, cuatro más en 1937. Afectó principalmente a la gran propiedad, pero también a personas consideradas antirrepublicanas y que obtenían otras rentas, con una extensión de 5.200 hanegadas, un 23,9% de la tierra cultivada que se utilizaron para formar la Colectividad Cooperativa Confederal de Trabajadores Campesinos con 421 inscritos, alrededor de un 21% de la población total. Contaba con un economato en el que, según testimonios, se había suprimido el dinero. Además había creado una bolsa de trabajo que cada día repartía los jornales desde una tarima situada en la puerta de la Casa Abadía. Se trató pues de una experiencia muy importante en el ámbito valenciano. También la UGT instaló una Cooperativa. En esta línea de economía controlada por los sindicatos, Montserrat sería el centro de la Delegación Regional Algarrobera Unificada UGT-CNT, encargada de gestionar la producción algarrobera de Valencia y Castelló.

La guerra no es una foto inamovible que se desarrolla durante tres años. A principios de noviembre de 1936 se remodelaba el Comité de manera casi absoluta con una mayoría sindical (CNT, UGT) y la FAI. Por último, subrayar la figura de Evangelista Campos, vocal del primer Consejo Provincial de Valencia por la FAI (1937), y una de las figuras más relevantes de la FAI valenciana, también en el exilio francés.